Siete menores muertos, 8 heridos en choque
actualizadas, nacionales 4:41
Siete menores murieron y ocho resultaron gravemente heridos este domingo al chocar con un poste del tendido eléctrico un minibús guiado por un chofer borracho, que los regresaba de una gira.
Las víctimas son Yensys María Durán Peña de 16 años; Yessenia del Carmen Cruz, de la misma edad; Willy Corcino, de 17; Marverick Anderson Rincón, de 13; Michel Veras, de 14 años, y Kensy de los Santos y Manuel Fernández Báez, quien murió decapitado en el impacto. Dos de los heridos fueron identificados como Rigo González, de 15 años, y Joan Manuel Medina, de 18.
El hecho ocurrió a las 4:30 de la tarde en la carretera La Victoria-Hacienda Estrella del municipio Santo Domingo Norte, en la comunidad Proyecto Haras Nacionales. El chofer y su ayudante huyeron y dejaron a los niños abandonados a su suerte luego de la tragedia.
El conductor viajaba a alta velocidad y perdió el control, chocando con un poste de luz. “Al momento del impacto varios niños salieron disparados del interior de la guagua”, narró Leocadio Morales, vecino del lugar, quien lloraba porque encontró a la niña Yensys con vida, pero expiró antes de llegar al hospital Ney Arias Lora, adonde fueron todos.
Tras el impacto, la guagua blanca, plaza Z503026 de la ruta 18 de Fenatrano, se deslizó por la cuneta unos 50 metros y terminó en el patio de una vivienda.
Cinco de los menores murieron en el mismo lugar de la tragedia, una niña pereció camino al hospital y otro falleció mientras recibía atención médica.
Al percatarse de que los responsables de la gira habían huido, la comunidad asistió a las víctimas.
Eran 25 niños los que salieron de gira en horas de la mañana del barrio Los Solares de Punta Villa Mella hacia el Club Campestre Estrella de Belén, en La Hacienda Estrella.
De acuerdo a los vecinos del Proyecto Haras Nacionales, cuando fueron a socorrer a los niños, no había un solo adulto con ellos, por lo que entienden que la gira no era de su escuela como se dijo.
Estaban consternados, tanto por lo aparatoso del accidente, como por la irresponsabilidad del conductor de abandonar los menores a su suerte.
En horas de la noche al hospital Ney Arias Lora se presentaron cientos de familiares de las víctimas para enterarse de su situación. Entre tanto, en el barrio donde residen los menores, el clima era desolador. La gente se aglomeró en las calles, mientras los menores que resultaron ilesos se acostaron temprano, porque estaban desorientados. Uno de ellos le comunicó a su padre que le había pedido al chofer que no manejara borracho.
El hecho ocurrió a las 4:30 de la tarde en la carretera La Victoria-Hacienda Estrella del municipio Santo Domingo Norte, en la comunidad Proyecto Haras Nacionales. El chofer y su ayudante huyeron y dejaron a los niños abandonados a su suerte luego de la tragedia.
El conductor viajaba a alta velocidad y perdió el control, chocando con un poste de luz. “Al momento del impacto varios niños salieron disparados del interior de la guagua”, narró Leocadio Morales, vecino del lugar, quien lloraba porque encontró a la niña Yensys con vida, pero expiró antes de llegar al hospital Ney Arias Lora, adonde fueron todos.
Tras el impacto, la guagua blanca, plaza Z503026 de la ruta 18 de Fenatrano, se deslizó por la cuneta unos 50 metros y terminó en el patio de una vivienda.
Cinco de los menores murieron en el mismo lugar de la tragedia, una niña pereció camino al hospital y otro falleció mientras recibía atención médica.
Al percatarse de que los responsables de la gira habían huido, la comunidad asistió a las víctimas.
Eran 25 niños los que salieron de gira en horas de la mañana del barrio Los Solares de Punta Villa Mella hacia el Club Campestre Estrella de Belén, en La Hacienda Estrella.
De acuerdo a los vecinos del Proyecto Haras Nacionales, cuando fueron a socorrer a los niños, no había un solo adulto con ellos, por lo que entienden que la gira no era de su escuela como se dijo.
Estaban consternados, tanto por lo aparatoso del accidente, como por la irresponsabilidad del conductor de abandonar los menores a su suerte.
En horas de la noche al hospital Ney Arias Lora se presentaron cientos de familiares de las víctimas para enterarse de su situación. Entre tanto, en el barrio donde residen los menores, el clima era desolador. La gente se aglomeró en las calles, mientras los menores que resultaron ilesos se acostaron temprano, porque estaban desorientados. Uno de ellos le comunicó a su padre que le había pedido al chofer que no manejara borracho.





