PRD y deuda social
opinion 12:38
Si Mejía gana, y paga esa deuda social acumulada, él se consagrará como un gran líder, y al PRD, como el auténtico “partido de la esperanza nacional”. Pasaron 33 años desde que el PRD propiciara el clima de libertades públicas que disfrutamos, pero ahora peligran. Porque la libertad individual debe ir acompañada de la justicia social. Sin libertad económica, sin medios dignos de garantizar el sustento de su familia, nadie es realmente libre. Todos podemos sucumbir al soborno, la prostitución y otras formas de clientelismo político. En 1978 el PRD hizo una extraña maniobra política, posibilitando nuestras libertades públicas. Joaquín Balaguer realmente intentó mejorar la distribución de riquezas, creó una clase económica e impulsó una reforma agraria, pero nos negaba la libertad. Cambiamos a Balaguer y su intento de justicia social, concentrando el poder político en sus manos y negándonos la libertad individual, por Antonio Guzmán, un terrateniente que nos cambió la reforma agraria por libertades públicas. Ellos recuperaron sus tierras, nadie no squitará nuestras libertades. Antes de concluir su gobierno, Guzmán se suicidó. Salvador Jorge Blanco, el segundo presidente perredeísta ganó con dos promesas básicas: manos limpias y democracia económica. Incumplió ambas, terminó preso por ladrón. En el 2000 Hipolito Mejía encabezó el tercer gobierno perredeísta. Su administración fue igualmente corrupta, pero mucho más exitosa: salió vivo, suelto y con esperanzas de regresar. Ningún partido le ha dado tanto al dominicano como el clima de libertades públicas que propició el PRD. Otra vez, el PRD debe liberarnos de la concentración del poder político en manos de un solo hombre. Y cumplir su vieja promesa de manos limpias con la democracia económica que las masas irredentas necesitan y merecen. Una democracia económica que, como las libertades públicas, la disfrutemos todos, sin importar banderías políticas o lealtades personales. Si Mejía gana, y paga esa deuda social acumulada, él se consagrará como un gran líder, y al PRD, como el auténtico “partido de la esperanza nacional”. |